Internet-Statement 2001 / 1
 
 
 

A comienzos del año 2001

Problemas del movimiento internacional comunista


Enviamos nuestros cordiales saludos a todas las organizaciones comunistas y todos los revolucionarios del mundo con ocasión del año nuevo 2000/2001.

Desde hace más de diez años se ha desplegado a través de mundo un capitalismo sin precedentes en la historia, después de haber logrado infiltrarse y llevar a la derrota, a gran parte del antiguo movimiento comunista en algunas décadas de conflictos. Van acompañados a este capitalismo grandes cambios revolucionarios como también al mismo tiempo devastaciones sociales a gran escala, que sin falta de nuevo tendrán que causar la contradicción de la humanidad frente a este capitalismo. Los revolucionarios y los comunistas en todo el mundo, tienen por ello también que hacer algo completamente diferente que solamente ponerse a reflexionar resignados sobre el pasado, sino que se deben poner la tarea y reconocer las debilidades, los errores evidentes y los errores ocultos del movimiento de las épocas anteriores. La negación total del movimiento, que se ha presentado en una gran cantidad de supuestos personeros revolucionarios como resultado de su antigua actividad política, es inoportuna. Ella puede ser considerada solamente como un colapso del pensamiento.

A mediado de los años 50 el movimiento comunista sufrió una derrota por causa del abandono de principios básicos revolucionarios en el hasta allí más importante de los partidos comunistas, el PCUS. En lugar de superar los errores, que hasta ese momento se habían cometido, y las insuficiencias del movimiento que se habían presentado en los cien años precedentes, se agregó el cambio de nuevas fuerzas burguesas, a negar la substancia del movimiento, para dedicarse en un largo proceso a la disolución de este movimiento y finalmente a restablecer el capitalismo en aquellas partes del mundo en donde se creía haberlo ya vencido.
Los últimos 10 a 12 años de capitalismo o ya los últimos 20 a 25 años, cuando se observa la nueva época completa, desde el cambio político en China a fines de los años setenta, demuestran solamente que este capitalismo no es una solución para la humanidad y que él conduce sin falta a un nuevo y grave callejón sin salida.

Este capitalismo conduce a un ataque contra todo lo que consigue una cohesión de masas, lo que posibilita posiciones de la resistencia, él desmoraliza a las clases revolucionarias, desmoraliza naciones y lo que más desea es descomponer toda la cultura, solamente para hacer todo a su alrededor en forma de esclavos y serviles. Esto da lugar a las más variadas formas de resistencia en toda la humanidad, la cual nosotros debemos apoyar y de la cual nosotros mismos podemos aprender. La imagen, que hoy ofrece el mundo, está por ello marcada por un gran desorden con los más variados fenómenos puestos uno al lado del otro.

El movimiento comunista no necesita ocultar sus éxitos. En los 130 años, desde aproximadamente 1840 hasta en los años 70 del siglo 20 consiguió éxitos colosales, y no solamente en las áreas en las cuales el mismo pudo haber puesto en práctica su poder, sino también se impuso en los otros lugares del mundo mediante la presión revolucionaria en donde se desataba la resistencia y los reglamentos sociales con derechos fundamentales. Sin ella el capitalismo se habría quedado estancado en todas sus formas desde el principio, que se relaciona con el concepto "Manchester” y quién hoy después del trastorno del comunismo se atreve a volver a levantarse más franco y abierto. Pues, las formas más brutales del capitalismo que tenemos hoy en día, fueron al mismo tiempo, aquellas que predominaron al principio de la fase del capitalismo industrial, sólo que en aquel entonces estaban limitadas a unos pocos países, pero hoy incluyen a todo el mundo.

Naturalmente que nosotros nos debemos ocupar muy en especial, de las naciones comunistas más grandes, sobre todo de la antigua Unión Soviética y de la China revolucionaria de Mao Zedong. La política del revisionismo moderno, que se relaciona con nombres como Browder, el "comunista” americano que desde un principio quería declarar a EE.UU. como modelo para el mundo moderno, Chruschtschow y otros dirigentes de la Unión Soviética, debe formar un eslabón central de la crítica. La suposición, de tener que hacer una política principalmente junto con el gran poder del mundo capitalista, frente a los pueblos que quieren hacer la revolución, levantar el dedo índice y tener que prohibirles la obstinación, esta política tiene que ser básicamente repudiada. Con razón ella fue en su tiempo condenada y repudiada por el PC de China.

También tienen que ser reflexionadas diferentes cosas de la política del PC de China. Es correcto, que la revolución China en su masa fue principalmente una revolución campesina, ya que la mayoría de los integrantes de esta población fueron alguna vez campesinos, sin embargo ellos tuvieron una dirección proletaria, que al principio estuvo personificada sobre todo en la Unión Soviética, y además por un partido comunista, que en un concepto integrativo, incluyó en lo posible amplias capas en la revolución neodemocrática. El PC de China bajo la dirección de Mao Zedong aprovechó el poderoso potencial histórico y filosófico, que se encuentra en ésta, la más grande nación de la tierra, que de hecho también tiene sus peros.

La revolución comunista en Alemania no estuvo a la altura de la presión, por ello en aquel momento fracasó la revolución y en algunos otros países europeos. La política de la Internacional Comunista no comprendió, entregar una evaluación concreta suficiente, ella lleva consigo una notable responsabilidad conjunta, fue una "política de fraseología”, que no representó a un verdadero materialismo. La política de Mao Zedong significó también, que esta política por suerte no se haya podido afirmar en China, sino que con el desarrollo de la enseñanza de Mao Zedong se logró una considerable nueva profundización del marxismo-leninismo, que no sólo se volvió a unir a la dialéctica de Lenin sino también a los principios fundamentales de Stalin. "Distinguir las fuerzas, con las cuales verdaderamente se puede hacer una revolución", "Comprender correctamente el par de la contradicción”, "Estar profundamente unido con las masas", así se puede titular esto.

El foco revolucionario se desplazó por un lapso de tiempo hacia el este. Pero para la victoria duradera es necesario, que el proletariado moderno se funda. En la situación actual, es evidente que al enorme proletariado nuevo, que se ha formado bajo las condiciones de la así llamada globalización, le es muy duro, llegar a formas nuevas de organización que los unan. En todo el mundo existen enormes movimientos de migración, que consiguen un intercambio, pero el capital utiliza también siempre nuevas capas y ejerce división, intenta impedir la continuidad, y a los proletarios por separado, al personal en muchos grandes estados del antiguo mundo colonial y semicolonial les es muy duro, llegar a formar un frente unitario, fusionarse. A pesar de un número mayor a cientos de miles y millones en algunos países, forman una minoría en el total de la población. En la mayoría de los estados domina una completa condición de privación de los derechos, dictadura autoritaria, que es fomentada y aprovechada por el capital, es igual bajo que pretexto externo ella se encuentre. El ayudar a la unificación, que no es en absoluto algo fácil, tiene que ser la tarea de los modernos revolucionarios comunistas. Esta puede ser solamente el resultado de un trabajo extremadamente sensato y consultivo. Deberá desaparecer cada arrogancia, cada forma de elogiarse a sí mismo. Nosotros pensamos también, que los países, que hasta ahora ya han experimentado revoluciones comunistas y han vivido su ruina en parte o completamente, entre ellos Rusia es decir la Unión Soviética, China pero también Alemania con el pasado movimiento revolucionario más grande en el capitalismo desarrollado, cuya derrota se considera en realidad como piedra angular para la comprensión del movimiento comunista moderno- que estos países también deberán jugar un importante papel en la lucha por los derechos sociales elementales y en la lucha por la recuperación del movimiento comunista, a pesar de todas las dificultades, que se presentan mediante las dislocaciones sociales de este capitalismo moderno. A pesar de que nosotros debemos criticar el revisionismo, en estos partidos existen aún una cantidad de personas, que quieren lo mismo que nosotros, y con los cuales buscamos la cooperación.

En Alemania hemos vivido en las últimas décadas una dimensión de descomposición, sin precedentes en la historia de nuestro país. El fascismo extorsionó al proletariado con violencia brutal, lo corrompió con el racismo y mediante la guerra racista imperialista más abierta, así vivimos desde los años 70 una descomposición del proletariado, corrupción por el crecimiento imperialista, al mismo tiempo despidos, empujando a otra parte de la población a la marginación social y una política con el objetivo de aprovecharse de la rivalidad de las diversas nacionalidades.
Es típico para las tendencias capitalistas modernas y sus lacayos, que deseen declarar preferentemente nulo o incluso en general negativo el significado de nación en la historia. Contra estas tendencias deberá ir adelante con decisión una fuerza proletaria revolucionaria internacionalista. El grupo Neue Einheit se encuentra no solamente en los propagandistas de un decisivo internacionalismo, sino también en los decisivos defensores de los derechos de una nación y nuestra propia nación, especialmente, la que es vilipendiada por determinadas fuerzas del capital en una forma muy sucia, así como si fuera el solamente el único lado reaccionario, y como si no existieran los componentes revolucionarios de nuestra historia. Sin embargo se debe también reconocer el hecho de que Alemania fue el país de origen del comunismo moderno, y siempre ha sido un país en el cual se han impuesto batallas decisivas para interrogantes sociales. Desde hace más de 150 años que ya es así. Por ejemplo la contrarevolución de los nazis, y en realidad también ya la contrarevolución después de la revolución de 1918, fue siempre la expresión más concentrada de toda reacción, que no sólo pudo ser creada mediante la reacción nacional, sino solamente mediante la interacción de las fuerzas más decisivas del mundo, con el imperialismo de EE.UU. como centro e instigador de fondo.
Cada partido comunista se debe ocupar y poder diferenciar tanto los lados positivos como negativos de la propia nación, como también de la propia cultura. Aquí se ofrecerá para cada partido comunista un amplio campo de tareas, ya que estas cuestiones hasta ahora han sido tratadas en forma completamente deficiente.
No solamente en Alemania, sino en general en el mundo, se ha cometido el error de haberle dado demasiado poca importancia a las interrogantes culturales que dominan en un país. Pero ella forman una clave fundamental, para obtener el acceso a la población del respectivo país.

Para nosotros el enfrentamiento social en el país es y sigue siendo la esencia y lo principal. La alta concentración de proletariado en Alemania en las primeras décadas del siglo 20, los intentos revolucionarios en este país como también en algunos países vecinos, alarmaron extremadamente a la burguesía. La reacción a ello fue el fascismo. Más tarde, en los años 60 y 70, a pesar de todos los intentos de declarar por muerto a este movimiento, volvieron a surgir partidos revolucionarios marxistas, y repentinamente el capitalismo no pudo salvarse de una juventud revolucionaria. La respuesta, resultante de ello, que se debe ver simultáneamente en relación con los cambios estructurales internacionales, fue el de reducir drásticamente la clase trabajadora, el proletariado en estos modernos países desarrollados, desplazar a otros países el trabajo manual decisivo, en los así llamados países de bajos salarios, en los cuales también se dejan realizar una parte decisiva del trabajo intelectual, se dejan aparecer el capital internacionalmente, y según las posibilidades, se reduce en tal forma las aspiraciones sociales de la clase obrera en cada país y en especial en los nuestros que no se les da la posibilidad de hacerse valer.

Importante es igualmente, el principio fundamental del marxismo, de que jamás se podrá desarrollar un movimiento proletario internacionalista en un país que es de partida humillado, incluso nacionalmente, y al que se le impide la independencia. El desarrollo hacia una independencia es una condición para el despliegue de una nación que se ha formado en el transcurso de la historia, tambien para el despliegue de la clase obrera. Es por esto que las tentativas del capital, declaran mundialmente a la dependencia nacional como una cuestión secundaria o incluso como una cuestión de la reacción, para más allá y en realidad, oprimir a los trabajadores en todos los países.

Desde una posición comunista no puede ser permitido cuando en nuestros países tan a menudo se habla de que da igual de donde vengan los niños y las futuras camadas de un país, de que podrían ser tranquilamente "importados” del extranjero, puesto que existen suficientes seres humanos en el mundo. Estas son las ideas neomaltusianistas, que aprueban un retroceso y que lo aprueban en principio también para que el movimiento social en el propio país sea combatido.

Para elucidar que demandas se exigen con ello, se puede citar a un representante capitalista que aparece a menudo en los medios de comunicación y que también actúa políticamente como Presidente suplente del Consejo Central de los judíos en Alemania. Michel Friedman decía literalmente en el Tagesspiegel [periódico alemán] del 10 de agosto de 2000 que la demanda de una política poblacional en Alemania mostraría "que todavía no se ha entendido que el futuro de Alemania no depende de que sean padres alemanes los que tengan hijos alemanes”.

Qué absurdo. Habría que imaginarse que a Israel se le dijera que el futuro de Israel no depende de si padres israelitas tengan hijos israelitas, o que en Estados Unidos se declarara de que el futuro de Estados Unidos no depende de que padres norteamericanos tengan hijos norteamericanos, etc. Ningún país aceptaría algo semejante y en este país no debe ser así tampoco. El futuro de cualquier país depende de si las personas de ese país reciben niños. Una suposición contraria es racismo.

Comentarios en este sentido los hay igualmente de otros representantes del capitalismo, pero los de Friedman son por su agresividad, extremos. De aquí que sea absolutamente interesante que sea el presidente suplente del Consejo Central de los judíos. Nuestra organización enjuició siempre y enjuicia cualquier forma de racismo y por supuesto de antisemitismo. Esto no puede sin embargo, en ningún caso significar que otros comentarios ultrareaccionarios o racistas puedan ser propagados en la opinión pública sin castigo, y que incluso sean declarados tabú, como lo intentan algunos. Un racismo opuesto tampoco puede ser aceptado por nosotros, por revolucionarios, por la clase trabajadora revolucionaria en ningún caso.

Debe ser nombrada además, la favorización de las leyes moralmente pornográficas de gobiernos actuales, que pretenden ensuciar las tentativas más elementales de los seres humanos, su sexualidad como expresión también de identidad cultural, y declarar las anomalías como normalidad. Conocemos por la experiencia de los estados socialistas, también de la Unión Soviética y del PC chino, que esto es incompatible con la construcción del socialismo. No por casualidad nuestro grupo pudo comprobar que el renegado y difamado Eduard Bernstein emprendió un ataque en este sentido, en su escupido a la sexualidad humana y a la propagación de la sodomía con sus ataques revisionistas a mediados de los años 90 del siglo XIX. Nuevamente son cuestiones culturales, que poseen extrema importancia.

La unión del internacionalismo y de la interrogante nacional, del programa revolucionario con el democrático, juega un papel fundamental para nuestra organización hoy en día, y, como nosotros pensamos, igualmente para el movimiento comunista internacional.

Todo lo nombrado hasta aquí no significa naturalmente que no sea tarea primaria el combatir al imperialismo alemán. Por el contrario, las mismas fuerzas que representan las ya nombradas posiciones de decadencia en nuestro país, refuerzan el imperialismo alemán en todo el mundo, en especial en Europa Oriental, bajo la mano encubridora de EE.UU. Las mismas frases de "ecología”, de miedo a un "sobrepoblamiento”, el combate a la utilización civil de la energía nuclear, de los "derechos humanos”, y del control de las masas son hoy en día igualmente el rostro principal del imperialismo alemán.

Además debemos hacer ver los intentos del gobierno de utilizar las provocaciones de los neonazis para desviar la atención de su propia mala política.

Todavía gobiernan en algunos estados partidos que se atribuyen perseguir objetivos comunistas, por ejemplo, en China. Pero en China es indudable que el capitalismo se ha agarrado cada vez más, desde que fue declarado por Deng Xiaoping contenido fundamental de la etapa de desarrollo a fines de los años 70. Naturalmente EE.UU. calcula que estos poderes económicos fundamentales crecerán de tal manera que dispersan al partido comunista todavía existente, y así perseguir nuevamente un objetivo imperialista inminente frente a China.
Si en el futuro un desarrollo tal debiera ser impedido, entonces será necesario, que también se discuta en China incluso sin maquillaje y sin anteojeras, a pesar de que las tradiciones revolucionarias del Partido Comunista de China deberán ser pensadas una vez más. Nadie debe olvidarse de que el Partido Comunista de China criticó, desde 1956, el revisionismo moderno exitosamente e históricamente a largo plazo, y que esta crítica desembocó finalmente en la revolución cultural. Otra variante, no siendo ésta tan probable, estaría basada en que China misma se transformara en una hegemonía capitalista e imperialista, y con ello igualmente en un peligro.

La revolución cultural tuvo, seguramente, muchos aspectos, y hay personas en China que piensan que la revolución cultural, si hubiese llegado al "éxito”, hubiesen subido al poder ultraizquierdistas y hubiesen entregado con seguridad al país en bandeja a los EE.UU. Tales corrientes han existido por cierto, pero no son el elemento fundamental. El objetivo, por sobre todo, de desarrollar al hombre y de hacerlo dueño de su propio destino, de hacer dueños de las fábricas a los productores, y por encima de todo esto, de elevar la conciencia de clase en el interior del país, de proseguir la lucha de clases en el período socialista, fue sin lugar a dudas, correcto. Lo último es un principio, que fue desarrollado ya en sus comienzos por Lenin y que fue proseguido por Mao Zedong.

La revolución cultural asentó, a pesar del caos, el eje a aspectos reaccionarios en China y con esto indirectamente incluso, facilitó en determinados sectores el desarrollo actual de capitalismo más moderno. Como en muchos otros países, fueron también escaladas revolucionarias, a veces exageraciones, las que después le prepararon el camino a la modernidad. Así por ejemplo, Francia se transformó también, después de algunas exageraciones de la revolución francesa, en una precursora de una nación moderna. Nada pudo cambiar en esto la época napoleónico y la restauración. La revolución cultural es y será un intento, bajo las condiciones de la revolución, de evitar la restauración revisionista y su objetivo el de fortalecer, sobre todo en la juventud, la conciencia revolucionaria y de hacerla realidad.

Se puede discutir sobre estos cuestionamientos, se debería discutir sobre esto en el movimiento comunista, no estamos cerrados frente a las debilidades de la revolución china, que con su grandeza y su amplitud sin dudas le permitieron seguir existiendo también a algunas fuerzas del capitalismo y del viejo orden chino en muchas esquinas y puntas, de lo que EE.UU. con seguridad especulaba, ya mucho antes del tiempo de la revolución cultural. Esto está relacionado con la amplitud de esta revolución. Pero no se puede olvidar nunca lo principal, por eso defendemos decididamente la lucha contra el revisionismo y defendemos igualmente la revolución cultural.

China es un país muy grande, y como todo país, sea grande o pequeño, contiene muchos aspectos. China tuvo y tiene poderosas potencias revolucionarias, pero tiene también al mismo tiempo aspectos negativos reaccionarios, que están relacionados con determinados aspectos de su cultura. Esto es lo mismo que en China en EE.UU. como en Rusia, en Sudáfrica o en Brasil. Y toda experiencia a mostrado hasta ahora que el comunismo no está asegurado de que se reproduzcan por largo tiempo condiciones reaccionarias dentro de formas comunistas, por causa del modo de pensar de la gente, por causa de una cultura encauzada durante milenios. De esta forma puede reproducirse el zarismo en la forma de un neozarismo, así puede reproducirse una reacción asiática o china también bajo la continuación de cierta política comunista, de allí que sea preciso de que sean combatidas. No solamente se trata de la lucha de clase en sentido moderno, sino de la lucha contra la reproducción de viejas formas sociales, que se vuelven a hacer presentes. La tarea de la lucha de clases en el período socialista va a ser siempre el de combatir la reproducción de fenómenos reaccionarios. Y toda experiencia muestra que esto no puede llevar al éxito de la noche a la mañana.
 

Con el año 2001 comienza precisamente desde el punto de vista del calendario el nuevo siglo y el nuevo milenio de la cronología moderna. El último milenio desarrolló un crecimiento enorme en fuerzas de producción, y justamente en Europa la "classe émancipative”, que se formó poco antes del año 1000, llegó tan lejos, que pudo dar los primeros pasos en la eliminación de la sociedad de explotación. Las próximas décadas van a poner estas interrogantes en el tapete nuevamente, las interrogantes sobre tecnología, sobre sociedad de información internacional, todo esto va a modelar nuevamente nuestras ideas, y debemos enfrentar los desafíos.

Pienso que actualmente los más diversos componentes van a unificarse en el movimiento comunista. Aquellos que deben luchar por sus derechos y aprovisionamiento más elementales se unirán con aquellos que defienden las ciencias y las bases de la técnica moderna, y el comunismo en su todo será expresión de todas las aspiraciones revolucionarias del mundo.

No debemos olvidar que globalización, sociedad internet y también las necesidades de un manejo moderno como él de la tecnología genética y de la ciencia biológica moderna atraen hacia sí la necesidad de otra forma de sociabilidad política. Para esto podemos remontarnos absolutamente a las experiencias de estados socialistas anteriores, también a aquellas negativas, porque las debemos evitar a ellas también. Así entonces, toda la lucha que el movimiento comunista ha llevado a cabo en sus diferentes etapas, desde el manifiesto comunista de 1848, pasando por el desarrollo del movimiento legal en la segunda parte del siglo XIX, por la comuna de París, la lucha contra el zarismo ruso, la lucha contra el imperialismo, el revisionismo y la primera guerra mundial, la revolución de octubre de 1917, las luchas revolucionarias en Europa entre 1918 y 1933, hasta las exitosas luchas revolucionarias de la China revolucionaria de 1921 hasta 1949 y más allá en la República Popular China, la construcción socialista de la Unión Soviética, el triunfo sobre el fascismo y mucho más, todo esto no ha sido en vano. Todo esto ha sido de gran valor, sin experiencia no hay desarrollo.

Los comunistas deben aprender del elemento integrativo de los diferentes componentes del mundo y podrán, sin lugar a dudas, volver a ganar toda su fuerza.

En la primera mitad de enero 2001,

Klaus Sender
Pres. del grupo Neue Einheit - Nueva Unidad

e-mail del autor: dickhar@aol.com
 

(El autor  aquí  firmó  su  pluma-nombre  usado  en  el movimiento comunista desde hace tiempo. En otros casos él firmó su nombre civil Hartmut Dicke.)

 


- Primero publicado en alemán e inglés. Ya publicado también en italiano.   -



Otro artículo en traducción española: Klaus Sender (autór), José Carlos Mariátegui y algunas cuestiones culturales de la revolución peruana